Esta frase “Solo por hoy…” por sí sola puede que no diga nada, aunque sé que para muchos seres humanos significa un nuevo mundo, una nueva vida.
Así es el lenguaje, una posibilidad de crear un nuevo mundo de acuerdo al significado que le des y el poder que le otorgues.
Pensando en cómo puede influirme este artículo, a partir de la frase en cuestión; reflexiono y decido actuar de manera diferente, y se me ocurre proponerme algunas acciones, como las siguientes:
Solo por hoy
… seré un ciudadano congruente, y me daré el permiso de comportarme de una manera diferente con todo aquello que suelo criticar o quejarme.
… viviré mi paz interna respirando, consciente del “ahora” como el único tiempo que tengo; comprendiendo que para que pasen cosas (buenas o malas) fuera, esas primero están dentro mí.
… suspenderé un hábito que sé que me hace daño, ese que he intentado abandonar por mucho tiempo y no he podido, que me lo he propuesto muchas veces con una determinación radical y a los pocos días vuelvo practicarlo.
… me divertiré de manera diferente, rompiendo la rutina, creando un espacio nuevo para disfrutar de cosas nuevas que cultiven mi espíritu, mi intelecto y mi salud.
… dedicaré unos minutos para pensar sobre lo que disfruto y lo que no, lo que me gusta de mí, los afectos que puedo valorar, las actividades que le dan sentido a mi existencia, y así, ir conectándome con todo aquello mío que no es material.
… encontraré el balance para hacer que mis acciones me generen tanta prosperidad financiera, como el placer de cumplir con mi pasión y misión de vida.
… me daré el permiso de no juzgarme tan severamente si me equivoco, cambiaré el juicio por una pregunta que me permita aprender.
… sacaré el cantante, poeta, actor, dramaturgo, narrador oral, bailarín y artista plástico que habita en mí, y veremos cual se manifiesta de manera sobresaliente.
… rebuscaré en mis recursos, para encontrar entre ellos uno o varios que me permitan desatar nudos – intelectuales y emocionales – a los que no les consigo forma ni solución.
Si, todo lo anterior, todo eso, solo por hoy…
Mi razón toca mi puerta, y me pregunta ¿Pero te dará tiempo hacer todo eso en un día? Y ella misma se responde: Si no me da tiempo no importa, recuerda que estas decidiendo darte el permiso, de no juzgarte tan severamente.
Mi razón insiste en sabotearme el plan, y me vuelve a preguntar (cómo lo haría un “Rompe ilusiones profesional”) ¿Qué ganas con hacer todo eso “Solo por hoy”?
Y mi ser le responde: Conseguir razones y motivaciones para volver asumir el mismo compromiso mañana, pasado, y cada día.
Esta frase es una estrategia que usan en las comunidades de contención y ayuda de A.A. (y todas las agrupaciones hermanas); estrategia que le ha servido a millones de personas, y les ha permitido conectar el presente más inmediato con el cumplimiento de una promesa de largo aliento. Ese cotidiano “Solo por hoy…” se vuelve años, décadas, salud mental y física, la acción favorita que muestra el poder de la palabra, un estilo de vida, una forma de ser feliz.
Mi razón vuelve a tocar la puerta para interrogarme ¿Tú crees qué tus lectores harán sus compromisos de “Solo por hoy…”?
Y le respondo: Desconozco si este artículo pueda lograr convocarlos a comprometerte con una sola acción para ellos, eso no depende de mí, pero de lo que estoy seguro, es que si mañanas me preguntan “¿Cómo te fue con el “Solo por hoy…”?” Tendré varias cosas que contarles.
Amancio Ojeda Saavedra
@amanciojeda