Un mundo desquiciado con la incertidumbre intravenosa que nos inyectó el Covid-19, y de paso, no gozan en la población una considerable confianza las vacunas existentes; en algunos países se espera en rebrote, además, a todos nos espera combatir una variante del ponzoñoso virus; la economía cae a escala global en un promedio del 7%, según el Banco Mundial; y paro de contar para preguntarte ¿Pinta bien este año? … parece que no.
También es verdad que empresas como Zoom (la plataforma para reuniones virtuales) hoy tiene mejores ganancias que todas las líneas áreas juntas; que BioNTtech logró aumentar el valor de sus acciones en la bolsa de valores, en más del 600 %; que se redujo de décadas a meses el descubrimiento de una vacuna; que la humanidad comenzó a ver con ojos de respeto y admiración a los prestadores de servicio de la salud; que la población comienza a entender la necesidad de la socialización y de una salud mental, y se hace cargo de ella a través de la ayuda de los profesionales; y paro de contar para preguntarte ¿Eres optimista con respecto al 2021? … espero que sí.
Toda arepa tiene dos caras, cada situación tiene ambos lados, y cuando comienza un ciclo (como este año 2021) es propicio acudir a la esperanza, al optimismo y a la renovación de las energías. En lo personal prefiero pecar de optimista.
Ser optimista no implica vivir en una burbuja de ilusión; tener esperanza no significa esperar que la providencia divina te traiga, hasta la puerta de tu casa la oportunidad que deseas; la esperanza es la actitud que se asume para poderse reanimar en medio de los resultados adversos, y el optimismo es la convicción de que sea hoy o mañana ese logro se va obtener.
Dos vacunas
Estos tiempos están invitándonos a que nos vacunemos con grandes dosis de optimismo y esperanza, y con ello, hagamos que surja nuestra agilidad emocional para poder mostrarnos la resiliencia que poseemos – puede que aún no la hayamos desarrollado conscientemente -. Es cierto que la resiliencia al final marcará la diferencia, pero esta no se consigue sin optimismo y esperanza.
¿Dónde se consiguen las dosis de estas vacunas? En un manantial para muchos escondidos, pero que luego de descubierto puedes volver a él siempre, se llama: propósito de vida.
En el momento que descubras tu propósito de vida, no importa lo que ocurra, ni que llegue la hora más ombría, el propósito vendrá a tu rescate y te dará el ánimo para continuar.
Sé que no todos consiguen descubrir su propósito de vida tan fácil, pero créeme que, si yo lo conseguí tú los puedes conseguir (frase cliché, pero cierta).
Te quiero aclarar que si llegas a ese ansiado hallazgo, no es garantía de resultados, ni de una motivación permanente, es solo el inicio de un camino, es un gran faro que te permite diseñar acciones aun en las circunstancias más adversas, y que más allá de su ejecución en un tiempo preciso, lo que importa es el poder vivir la experiencia de hacerlo, sabiendo que al hacerlo logras poner a danzar el pensamiento, la emoción y la acción en lo que te da sentido. La sensación es sumamente gratificante.
Créeme que la única certeza que tengo de este 2021, es que me voy a vacunar con esperanza y optimismo, y si es posible, contra el Covid-19.
Te abrazo para desearte un feliz año nuevo, y deseo que te sorprendas a ti mismo viviendo el presente con tu fuerza resiliente.
Amancio Ojeda Saavedra
@amanciojeda / amancio@alianzasdeaprendizaje.com