El liderazgo es el don que se desarrolla, es el arte que se vive, es la habilidad que se aprende, es la posibilidad que se busca con pasión, es la energía que mueve al mundo, es la expresión de la no conformidad y de la persistencia hasta lograr el cambio.
En cada líder existe el amor por lo humano, lo constructivo, la responsabilidad de conquistar la acción de la gente; la grandeza de cambiar para ser ejemplo; ese hombre o esa mujer, sabe que servir es una oportunidad, y por ello no la desperdicia.
El mundo cambia y mejora gracias a quienes deciden liderar, y dejar una huella indeleble en la historia; los países se transforman gracias a que ellos, no se conforman con lo que ocurre simple vista, ellos desafían los estereotipos para crear nuevas y mejores formas de producir resultados.
Cuando un líder dice: Presente, y su fuerza se escucha a través de las acciones, hay menos cosas que arreglar; la miseria se disminuye, la evolución toca nuevas puertas; la educación sonríe porque sabe que la ignorancia será menor; suenan las campanas que despiertan las conciencias. Cada líder es un verbo conjugando en presente y en futuro.
Desde las motivaciones más sublimes, como cultivar rosas para decorar el jardín de la cuadra, hasta oponerse a una injusticia para defender la dignidad de una clase social discriminada; hacen que los líderes surjan, muestren su determinación y, se conviertan en el estimulo que muchos necesitan para actuar.
Reciben mil apodos, tales como: maestros, músicos, policías, artesanos, empresarios o emprendedores, científicos, pastores, madres y padres, presidentes de condominios, gerentes o supervisores, modistas, actores, servidores públicos, poetas, escritores, políticos, pilotos, médicos, voluntarios, periodista, comerciantes, bailarinas, cocineros, administradores, ingenieros, deportistas, y la lista continúa mientras existan personas que estén poniendo sus talentos y empeño, para logar que el mundo (incluso su mundo) esté mejor que como lo consiguió (o concibió).
Los líderes reciben mi admiración, por no dejar pasar la oportunidad de cambiar su entorno para bien; por creer que es posible un mundo más parecido a la danza; por actuar para aflorar opciones donde nadie las ve; por ser abridores de caminos en medio de las penumbras; por ser doliente ante la indolencia; por ser la voz ante el silencio cómplice; por ser sanación ante la enfermedad; por ser parte de la solución; por dejar el aliento para descubrir la pureza de los corazones, de aquellos que tienen la oportunidad de topárselo en el camino, de alguna de sus cruzadas. Se buscan líderes.
Amancio Ojeda Saavedra
@amanciojeda (Instagram y Twitter)