En días pasados conversando con un amigo que me conoce desde hace 15 años, y que ha participado en muchos de mis cursos y conferencias, me dijo: “Todos tus cursos son muy buenos, pero el mejor, el único que deberías dictar es el de las estrategias para facilitadores”.
Le respondí con sorpresa y nostalgia: No me digas eso.
Una respuesta que murmuré incómodo, con una sonrisa fingida, con desconcierto, porque no sabía si alegrarme por un lado (me encanta formar facilitadores), o ponerme triste al pensar en la posibilidad de abandonar los otros cursos.
Aquí está la evidencia del poder que tiene un juicio de valor, en una persona a la que le atribuyes autoridad; si esto me lo hubiese dicho otra persona, no me hubiese generado tal emoción. No olvidemos (nunca) el poder de los juicios de valor, la autoridad que le otorgamos a otros, y sobre todo, la posibilidad de decidir qué hacer con ambas cosas.
Sin duda que esto es únicamente el juicio de alguien que me quiere y que respeto, pero no es la verdad absoluta; entiendo su postura, y reconozco que habrá muchos que opinen igual, y otros lo contrario. Lo cierto es que hay aspectos rescatables de esa conversación para mí, lo mejor: Me abrió un espacio para cuestionarme.
Al hacerme las preguntas: ¿Qué conexión emocional tienes con cada curso que creas y que facilitas? En mi frase: No me digas eso ¿Hay más que lamento, apego? ¿Será qué es verdad lo que me dice? ¿Y si esto te sirve para lanzar una nueva oferta de un nuevo servicio? Entre otras preguntas, a las que le dediqué un tiempo para responder.
Conclusión
Decidí que hay cursos que ya no dictaré, porque no siento placer cuando los facilito. En el momento que me inviten a facilitar dichos temas, recomendaré algunos de mis colegas.
Por otra parte, tome la determinación de crear un nuevo producto de formación de líderes, que contemple competencias de facilitadores (está es una vía), o un programa de formación de facilitadores, que considere las herramientas de liderazgo (esta es otra dirección). Haré un trabajo que incluya: a) La investigación de mercado, b) Rediseño con base a la Innovación, y c) Dedicaré tiempo y recursos para convertirlo en un producto digital. ¿Qué te parece?
Finalmente, dar gracias a mi amigo, a la posibilidad del lenguaje, al universo; y a la vida por las oportunidades que me ha dado de formarme, de formar a otros, y de estar en la misión de vida de: Transformar el ser para el liderazgo. Este no es cualquier camino, es el que decidí, sin saber que me desafiaría a mantenerme despierto, atento, en un aprendizaje incesante e innovando para poder seguir sirviendo.
¿Te han hecho un juicio de valor que cambió la dirección de tu quehacer de manera positiva? Cuéntame, me encantará leer tu historia.
Amancio Ojeda Saavedra
@amanciojeda / amancio@alianzasdeaprendizaje.com
Podemos conocernos y conversar sobre liderazgo, tema que me apasiona, aquí te dejo el link para que agendes una reunión conmigo sin costo alguno… https://calendly.com/amanciojeda/conozcamonos o escríbeme a mi WhatsApp +56 9 83390130