Es importante la afirmación que: las transformaciones en las organizaciones se producen más rápidamente, si comienzan siendo probadas por un grupo pequeño de personas. Intentar cambiar todo de un solo golpe puede ser contraproducente, y hacer que la transformación deseada tome mucho más tiempo, incluso, he visto como organizaciones han tenido que abortar su misión de transformarse, dada la resistencia colectiva que se genera.
Cuando se inicia la búsqueda de una mejor realidad y mejores resultados en una organización, se requiere saber ciertamente cuáles son las transformaciones necesarias para llegar a la visión que se plantea.
Muchos cambios llegan de forma repentina, producto de un movimiento brusco en el entorno (por ejemplo: una nueva ley), este tipo de cambio que no puede ser calculado, también requiere un plan, y un equipo que atienda lo que llamamos: la transición, que es el tiempo y los factores que inciden entre el momento en que llega el cambio y el momento que se logra la nueva realidad implantada verdaderamente. ¿Es esto una transformación? No necesariamente. La transformación es mucho más que un cambio porque implica evolución.
Las transformaciones que son estimuladas por los líderes, y están planificadas, estas también provocan incomodidad y resistencia, sobre todo si no se cuenta con un equipo multidisciplinario y comprometido, que los apoye, y sirvan como ejemplo de aceptación y acción.
Pero existen dentro de las empresas personas que nos pueden apoyar con la transformación, que pueden (y deben) ser formadas, para hacer que las cosas ocurran, en cuanto a transformaciones se refiere, se trata de los llamados: Agentes de Transformación, que tienen en común lo siguiente: a) Creen en el líder, b) Creen en la transformación, c) Les motiva asumir riesgos, y d) Conocen como cambia la gente y las organizaciones.
En tiempos donde el entorno es de incertidumbre; donde “lo normal” se convierte en una rareza; cuando lo que hoy era bueno, mañana no lo es; donde la re-invención es una rutina, hecha empíricamente; cuando todo lo anterior ocurre a pesar de la gente, y no con la gente; contar con agentes de transformación formados dentro de una empresa, es una ventaja competitiva.
Los profesionales que lideran las transformaciones, o esos expertos de cómo se viven las transiciones, se convierten en un equipo que generan mucho valor, dado que minimizan de manera considerable el impacto negativo y la resistencia, y consiguen que lo nuevo ocurra.
Cada día es mayor el número de organizaciones que se han sumado, a la posibilidad de articular un equipo que sirva voluntariamente a promover y agilizar la transformación.
Otras organizaciones, en ese mismo sentido, han dado un paso más adelante, y han decidido crear una unidad operativa de gestión de la transformación, que le presta servicio a toda la organización, y a todos los proyectos e iniciativas estratégicas. Un “Sistema de Gestión de la transformación Organizacional” permite el establecimiento de un “paso a paso”, para ir desde una situación que se percibe como un cambio, hasta la certeza de que lo nuevo funciona.
Al final todo se resume en crear una cultura donde la transformación sea como ducharse: Es mejor hacerlo cada día.
¿En tu empresa hay Agentes de Transformación?
Amancio Ojeda Saavedra
@amanciojeda