Durante 14 años trabajé en un instituto universitario, cuyo epónimo
lleva el nombre de Jesús Enrique Lossada, un venezolano de altura, un hombre
que supo transformarse y un zuliano que le dio a su país, a su región, a sus
seguidores y alumnos, razones para creer que al servir a otros se trasciende,
sin duda: un líder ecléctico.
Este personaje es prácticamente desconocido en el resto del país, en el Zulia
se le estima y se le respeta; sólo para mencionar algunos de sus méritos, vale
decir que fue abogado, escritor, ensayista, dramaturgo, traductor,
parlamentario, periodista y profesor universitario. Considerado como el padre
de la moderna Universidad del Zulia. Publicó su primer poemario Madrépora el
cual revolucionó el mundo cultural venezolano por su innovación modernista a
lado de versos clásicos, y con pleno dominio del arte del soneto. Lossada fue
juez, catedrático, presidente del Concejo Municipal de Maracaibo, diputado al
congreso en 1937 a 1940; fue constituyentista cuando esa asamblea era presidida
por Andrés Eloy Blanco; presidente en dos oportunidades del Colegio de Abogados
del Zulia, en 1946 fue miembro de la Comisión Redactora del Estatuto Electoral,
y al crearse, en ese año, el Consejo Supremo Electoral, fue su primer
presidente admirado, respetado por todos, por su moral, probidad e integridad.
Era políglota, incluyendo lenguas muertas como el latín. Es un personaje lleno
de anécdotas por su humor, gallardía, vocación de servicio y su particular y
futurista visión de la educación en Venezuela.
Fue sin duda un líder ecléctico. Me atrevo a calificarlo como un líder ecléctico
en su máxima expresión, dado la cantidad de facetas y formas que tenía de
liderar. Su pasión por la justicia, la necesidad que profesaba por una
educación de un nivel superior, su capacidad de convocar y ser escuchado, y su
manera de hacerse responsable por los logros de trascendencia, lo hacían
combinar todo cuanto sabia, y si no era suficiente, aprendía lo requerido.
El liderazgo ecléctico requiere de una gran humildad para aprender, un
vigilante sentido de la ética, una comprensión del mundo que lo rodea partiendo
de lo humano hasta llegar a la construcción de la cultura, y una férrea
determinación por ver en hechos la visión.
Mientras más leo y aprendo de los líderes de la historia, más creo en la
necesidad que se tiene dentro de las empresas y en la sociedad de contar con
líderes ecléctico, que desde la diferencias hagan la gran diferencia de mejores
resultados.
@amanciojeda
amancio@alianzasdeaprendizaje.com