Un dilema para líderes y gerentes en el mundo de la tecnología

¿Aumentar la influencia o consolidar el poder?

En el dinámico sector tecnológico, la toma de decisiones para líderes y gerentes es fundamental. Estos roles, ya sean ocupados por individuos excepcionales o no, se sustentan en dos pilares esenciales: la influencia y el poder. Ambas son condiciones necesarias para guiar con éxito y lograr los objetivos establecidos. Distinguir la diferencia entre estos dos conceptos es relativamente sencillo, pero saber cómo manejarlos adecuadamente demuestra una inteligencia relacional y un liderazgo eficaz.

El liderazgo es como una tarjeta de acceso al poder. Quien asume un rol de liderazgo inevitablemente acumula poder. Su presencia se percibe como una oportunidad de la cual los demás pueden beneficiarse, ya sea en términos de reconocimiento, orientación, información, aprendizaje, retribución, oportunidades, afecto, soluciones y mucho más. Cuando un líder alcanza el poder, es crucial que desarrolle la habilidad de influir, inspirando a sus seguidores a actuar por elección propia en lugar de obedecer por autoridad.

Sin embargo, el poder puede tener un efecto embriagador. Con frecuencia, el ego se hincha y el líder se concentra exclusivamente en sí mismo, perdiendo de vista el horizonte y aislándose en su soledad. También puede llevar a la creencia de una omnipotencia que solo Dios podría derribar. El poder es tan seductor que incluso aquellos que inicialmente rechazan su llamado pueden verse tentados y transformados por él una vez que lo experimentan.

Veamos un ejemplo actual…

Travis Kalanick, cofundador y ex CEO de Uber, fue ampliamente conocido por su estilo de liderazgo agresivo y controvertido. Bajo su dirección, Uber enfrentó numerosas controversias, incluyendo acusaciones de acoso sexual, cultura de trabajo tóxica y prácticas empresariales cuestionables.

Debido a la serie de escándalos y el abuso de poder que caracterizó su mandato, Kalanick finalmente fue forzado a renunciar como CEO de Uber en 2017. La compañía buscó un nuevo liderazgo para cambiar su imagen y abordar los problemas internos y externos.

La acumulación de poder puede convertirse en una tentación casi irresistible, especialmente cuando se ocupa una posición de liderazgo. Sin embargo, en ocasiones, el exceso de poder puede disminuir la influencia efectiva del líder. Muchos gerentes y directores de empresas tecnológicas que eran líderes influyentes en sus equipos abandonaron su capacidad de influir cuando ascendieron a roles de mayor jerarquía y se aferraron al poder.

La clave no está en rechazar el poder, sino en reconocer que el poder es un espacio condicional que se puede aprovechar mejor a través del uso de la influencia. Se trata de lograr un equilibrio armonioso donde ambas fuerzas coexistan en función del objetivo principal de servir a los demás. Un líder verdadero no necesita recurrir a amenazas de poder; hacerlo solo demuestra su incapacidad para influir de manera efectiva.

La influencia dentro del poder es un enfoque beneficioso. Aquellos que tienen poder y se apoyan en la influencia genuina obtienen beneficios sustanciales. La influencia constante minimiza la necesidad de adoptar posturas radicales para alcanzar soluciones consensuadas. Aunque el camino de la influencia puede requerir más energía y tiempo, es más duradero y saludable.

Influir en las personas es como sembrar semillas de impulsos que crecen con el tiempo. Esto permite que el líder tenga una mayor confianza en sí mismo y en su equipo. La influencia deja de ser algo ajeno al poder cuando el poder ya no es el enfoque central del líder.

Líderes influyentes

Los líderes que han tenido un impacto positivo en las organizaciones y en el mundo reconocen su poder pero optan por ser influyentes. Comprenden la magnitud de su poder y lo utilizan para influir sin la intención de manipular. Estos líderes se destacan por su capacidad de influencia y servicio, no por la cantidad de poder que acumulan.

Los líderes influyentes invitan en lugar de imponer, educan en lugar de adoctrinar, inspiran a través de la congruencia, comparten conocimientos sin egoísmo, resuelven problemas sin pretender ser héroes y construyen relaciones humanas sin adoptar posturas de superioridad. Aprendamos a ser líderes que combinen sabiamente el poder y la influencia, donde los hilos que los conectan se fundan en un proceso que promueva la liberación y el crecimiento de todos los involucrados.

Amancio Ojeda Saavedra