La pregunta anterior
muchos se la hacen, otros se la formulan de esta manera: ¿Con qué se come eso
que llaman “los valores”? Y la verdad, es que en muchas oportunidades nos
referimos a este tema como un concepto abstracto, medio incomprensible o quizás
un buen artilugio retórico.
Es fácil explicar que los valores
provienen de los principios de vida y, que son ellos quienes conducen a las
personas a sus comportamientos; así mismo, no se definen en blanco y negro; no son elementos polares, sino que
tienen matices, por ello no se es 100%
honesto o 0% ético. Pero los valores
cuando se tienen claros, bien definidos
y comprendidos, sirven como el mejor recurso para decidir cómo actuar en
cualquier situación que presenta la vida.
Hay algo que se puede afirmar, es que
es posible ir creciendo en el cultivo de
los valores, al ser consciente de cuáles son los que desean tener y con los que
desean regir el accionar en la vida.
Un ejemplo de decidir y actuar en
valores podría ser este que a continuación presento: Llegas a la casa de un
buen amigo y ves un libro que necesitas,
y que tienes años buscando, nadie te está viendo y podrías meterlo en tu
maletín sin ser pillado, lo piensas y,
decides no hacerlo porque tu valor de la “honestidad” guió tu accionar (este es
un nivel del valor mencionado).
Decides pedirle prestado el libro
y regresarlo al terminar de leerlo, tu amigo accede a la petición; pasas más de un año con
el libro, y aun lo conservas, cada vez que te tropiezas con el
libro en la biblioteca te acuerdas de
que no es tuyo, pero te llenas de excusas para no regresarlo, aquí el mismo valor de la “honestidad” no está funcionando
(este es otro nivel del mismo valor).
¿Por
qué los valores ayudan a decidir?
Es muy sencillo, en el ejemplo
anterior, al toparse con el libro luego de una gran temporada y saber que no le
pertenece, vale que la persona se pregunte: ¿Esta conducta de quedarme con el
libro “prestado”, es actuar en mi valor de la honestidad? Si la respuesta es:
“No”, y estas buscando cultivar tus valores para ser un mejor ser, entonces
seguramente tu accionar será entregar lo que no te pertenece.
Finalmente dice John Grinder
sobre este tema lo siguiente: “Los valores más duraderos e influyentes son
elegidos libremente, no son impuestos; los elegimos siendo conscientes de sus
consecuencias, y conllevan muchos sentimientos positivos.”
¡Practiquen activamente sus
valores con mucha conciencia!
Amancio E. Ojeda Saavedra
@amanciojeda