Te pregunto: ¿Qué tipo líder crees que necesita el mundo empresarial hoy?
Aquí te muestro como lo veo yo.
En el dinámico y cambiante mundo empresarial de hoy, el rol del líder ha evolucionado significativamente. Ya no se trata simplemente de mantener el estatus quo, sino de abrazar la transformación, impulsar la innovación y liderar con una mirada positiva hacia el futuro. Los líderes modernos no solo guían a sus equipos, sino que también actúan como catalizadores del progreso y defensores de valores sostenibles. Exploraremos cómo los líderes pueden adoptar una perspectiva optimista e innovadora en medio de los cambios empresariales, y cómo algunos casos exitosos en América Latina demuestran la importancia de formar y nutrir nuevos líderes.
El mundo empresarial actual es un terreno fértil para oportunidades de cambio y crecimiento. Los líderes que abrazan una mirada positiva están capacitados para reconocer y capitalizar estas oportunidades. En lugar de centrarse en lo que no funciona, dirigen su atención hacia lo que es posible lograr. Un líder positivo no solo resuelve problemas, o busca constantemente formas de mejorar lo que ya está funcionando bien, sino que también sabe que tiene la responsabilidad de innovar en los servicios, para sus clientes y para su gente. Esta mentalidad proactiva y optimista no solo inspira a los equipos, sino que también abre puertas hacia el éxito empresarial.
Un líder busca el beneficio propio, y con la misma ambición trabaja para construir un entorno empresarial que beneficie a todos los involucrados. El concepto de «ganancias ecológicas», donde las acciones conducen al bien común sin perjudicar a otros, es una piedra angular del liderazgo positivo. Los líderes eclécticos se esfuerzan por construir sobre una base de principios y valores sólidos que demuestran la importancia de acciones sostenibles y éticas.
Dos ejemplos latinoamericanos
América Latina ha sido testigo de ejemplos notables de líderes que han abrazado una mirada positiva y han generado un impacto significativo en sus empresas y comunidades. Un caso inspirador es el de Grupo Bimbo, una empresa mexicana de panificación. Su líder, Daniel Servitje, adoptó una estrategia centrada en la sustentabilidad y la responsabilidad social, priorizando la reducción de huella ambiental y el empoderamiento de las comunidades locales. Este enfoque no solo ha beneficiado a la empresa, sino que también ha dejado una marca positiva en la sociedad.
Otro ejemplo es MercadoLibre, una plataforma de comercio electrónico y tecnología financiera con sede en Argentina. Marcos Galperin, su fundador, ha impulsado la innovación y la inclusión financiera en la región. Al brindar oportunidades a pequeñas empresas y emprendedores, Galperin ha demostrado cómo un líder puede transformar positivamente la economía local a través de la tecnología.
El mundo empresarial necesita líderes eclécticos dispuestos a abrazar la incertidumbre y liderar con una perspectiva positiva. La formación de nuevos líderes no solo implica transmitir habilidades gerenciales, sino también cultivar una mentalidad innovadora y valores sostenibles.
Los programas de desarrollo de liderazgo deberían centrarse en fomentar la auto-mirada, la buena gestión a partir de la creatividad, la responsabilidad con el ser humano y la humanidad, y la adaptabilidad innovadora; además de resaltar la importancia del compromiso social y ambiental.
Quiero cerrar esta entrega con una pregunta, que valoraré mucho que me respondas: ¿Conoces el modelo liderazgo ecléctico?
@amanciojeda / amancio@alianzasdeaprendizaje.com
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